Cuba y Estados Unidos, antiguos enemigos de la Guerra Fría, tuvieron un histórico acercamiento hace cinco años, pero sus relaciones se deterioraron tras la elección de Donald Trump, que reforzó las sanciones contra la isla.
- Acercamiento histórico -
El 17 de diciembre de 2014, los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anuncian al mundo la intención de dialogar para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
Es el inicio del camino hacia la normalización de las relaciones bilaterales, interrumpidas en 1961, tras 18 meses de negociaciones secretas bajo la égida del Vaticano y Canadá.
El 15 de enero de 2015, Estados Unidos amplía las categorías de sus ciudadanos que pueden viajar a Cuba y algunas facilidades comerciales para atenuar el impacto del embargo estadounidense, vigente desde febrero de 1962.
Es abierta la comunicación telefónica directa entre los dos países.
En febrero de 2015 Washington retira a Cuba de su lista de países que patrocinan el terrorismo.
El 11 de abril de ese año, Obama y Castro sostienen un encuentro histórico en Panamá, el primero entre presidentes de ambos países después de la revolución de 1959.
El 20 de julio, los dos países restablecen relaciones y reabren sus embajadas. El secretario de Estado John Kerry visita La Habana el 14 de agosto para reabrir la sede.
- Obama en La Habana -
El 20 de marzo de 2016, Barack Obama se convierte en el primer presidente en ejercicio de Estados Unidos en viajar a Cuba después de la revolución.
Al día siguiente, Raúl Castro saluda el apoyo de su homólogo para tratar de levantar el embargo, una decisión que es competencia del Congreso estadounidense.
- Trump restablece las sanciones -
Las relaciones bilaterales se tensan tras la llegada al poder de Trump. El 16 junio de 2017, delante de anticastristas en Miami, el nuevo presidente anuncia su política hacia Cuba, a cuyo gobierno acusa de reprimir a su pueblo.
Revirtiendo la flexibilización otorgada bajo la administración de Obama, anuncia la prohibición de transacciones con entidades cubanas controladas por los militares -omnipresentes en el sector turístico- y una aplicación más estricta de las restricciones a los viajes a la isla.
- "Ataques acústicos" -
El 29 septiembre, Washington retira más de la mitad de sus diplomáticos en La Habana después de misteriosos "ataques acústicos", que afectaron la salud de estos y de sus familiares. Cuba niega esos ataques.
En octubre, son expulsados 15 empleados de la embajada cubana en Washington.
- "Política hostil" -
El 1 de enero de 2019, Raúl Castro, que ocho meses antes había cedido la presidencia a Miguel Díaz-Canel, denuncia el retorno de Estados Unidos a una política hostil hacia la isla, en el 60º aniversario de la revolución.
En mayo, Washington reduce sustancialmente la duración de las visas que otorga a los cubanos. También sanciona a cuatro navieras y a nueve tanqueros por transportar petróleo venezolano a Cuba.
- Reclamaciones y sanciones -
El 17 de abril, Washington anuncia que aplicará en mayo el capítulo III de la ley Helms-Burton (1996), que permite demandar en tribunales de Estados Unidos a las empresas extranjeras que gestionan bienes nacionalizados tras la revolución. Desde entonces se han interpuesto una veintena de denuncias.
Los viajes y las remesas monetarias a Cuba quedan restringidas.
Donald Trump reclama a Cuba que cese su apoyo militar a Venezuela, amenazando con poner en marcha un bloqueo "total".
El 4 junio, Washington prohíbe los viajes grupales de estadounidenses a la isla. También elimina los viajes de cruceros, embarcaciones de pesca o de recreo, y los vuelos privados o de negocios a Cuba.
Se imponen nuevas sanciones contra la industria petrolera para privar a la isla del ingreso de divisas.
- Aprietos -
El 11 de septiembre, el gobierno cubano admitió que atravesaba una "crisis energética" y la falta de combustible a causa de las sanciones, lo que llevó a restricciones y medidas de ahorro.
A finales de octubre, Washington impidió a las aerolíneas estatales cubanas arrendar aviones, lo que obligó a la isla a suspender vuelos a varios países de la región, y después suspendió los vuelos de compañías estadounidenses a varias ciudades de la isla, con excepción de La Habana.